El 6 de septiembre de 1928 fue una de las fechas mas
importantes en la historia del club. San Lorenzo de Almagro adquiere en forma
definitiva los terrenos de la cancha de Av. La Plata
El 29 de enero de 1928 se aprobó en asamblea la construcción
del nuevo estadio, lo que movilizo decididamente la compra de las tierras donde
se había erigido la cancha, en 1916.
Cuenta la historia que Bidegain, una verdadera máquina de
soñar y concretar, imposible de detener cuando arrancaba un proyecto, aunque había
renunciado a la vicepresidencia se encargo de convencer a la dueña de los
terrenos, Maria Meroi (consejera de la monja Oneto y apoderada del predio) de
que había varias razones para la venta de aquellas tierras a la institución.
Parece que Bidegain no ahorro en golpear todas las puertas necesarias de la
comunidad católica para lograr el “si” tan
anhelado. Y toda la estrategia de Bidegain, como manda la historia, refrendada
por el padre Massa, quien paralelamente reforzó cada paso dado en pos del
objetivo añorado por la comunidad sanlorencista. Juntar
el monto para la compra donde luego se levantaría el Gasómetro fue una odisea.
Pero también una gigantesca muestra de solidaridad de todos aquellos que con un
sentimiento leían de modo correcto el momento de la historia. El monto de la operación
no permitía distracciones ni errores: a 24 pesos el metro cuadrado, sobre una
superficie de 7.760 metros, la cifra a completar era tremenda: 186.256.
Luego de juntar peso sobre peso y moneda sobre moneda-para ello se
llevaron a cabo rifas, festivales y se recibieron impensadas donaciones- se
llego a la cifra de 106.000 pesos. Cuentan que fue conmovedora la actitud de
algunos dirigentes que tomaron la causa como propia, buscando fondos en los
lugares menos pensados. Y que más de una mujer azulgrana empeño alguna joya
para obtener ese dinero imprescindible para el crecimiento edilicio.
Reunidos en Asamblea Extraordinaria, los presentes aprobaron emitir un empréstito
por 250.000 pesos, al tiempo que se obtuvo un préstamo de 30.000 pesos de parte
de la Asociación Amateur de Futbol. Quedo claro en aquella histórica reunión
que todo lo juntado serviría, además de resolver la adquisición del predio,
para la inmediata construcción de un estadio para 40.000 personas. Mientras el tiempo corría veloz, la actividad dentro y fuera del club era febril. El 6 de septiembre de 1928 se firmo el boleto de compraventa, en tanto la edificación crecía a un ritmo poco creíble. Decenas de obreros avanzaban con los 442 metros de alambrado olímpico y las tribunas de 56 peldaños y unos 265 metros para los Sectores Norte y Oeste con la capacidad de 39.000 espectadores. Para llevar la capacidad a 49.000 espectadores se agregaron 33 peldaños y 24 metros de largo en el sector sur del estadio. Luego, para completar una obra magnífica se licito la construcción del famoso paredón que daba a Av. La Plata, con una extensión de 170 metros y cuatro de alto, que le dio al estadio una fisonomía propia que mantuvo hasta el final de su existencia.